Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis Más de 3.000 padres y madres con hijos de 3 a 12 años escolarizados -4.204 niños y niñas-, residentes en todas las comunidades autónomas han participado, a través de un cuestionario online autoadministrado, en el IX Estudio CinfaSalud: “Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis”, elaborado por Cinfa y avalado por la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC). Mayor incidencia en niñas y en mayores de 6 años La mitad (50,7%) de los niños/as españoles de 3 a 12 años ha tenido piojos alguna vez en los últimos tres años. Por sexo, la incidencia de pediculosis es algo mayor en niñas, ya que seis de cada diez (55,8%) han tenido piojos en los últimos tres años, frente a la mitad de los niños (47,5%). Por edad, la incidencia de pediculosis es significativamente mayor en los niños de 6 o más años que en los menores de esa edad: 55,7% de los niños y niñas de 10 a 12 años 52,8% de los que tienen de 6 a 9 años 42,9% de los más pequeños (de 3 a 5 años). En cuanto a su recurrencia, de los escolares que han tenido piojos alguna vez en los tres últimos años, el 56,2% los ha tenido, al menos, dos veces en ese periodo y el 16,8% ha sufrido este problema cuatro o más veces. En cambio, cuatro de cada diez (43,8%) han tenido piojos una sola vez en los últimos tres años. El colegio destaca como el principal lugar de contagio Según el estudio, nueve de cada diez familias (90,1%) creen que sus hijos/as se contagiaron de piojos en el colegio. Tan solo un 6,9% de los encuestados considera que pudieron contraer estos parásitos en otros entornos como piscinas, actividades extraescolares o campamentos. Siete de cada diez familias detectan los piojos por el picor Siete de cada diez familias (69,7%) detectan la pediculosis por el prurito (picor) que tienen sus hijos en la cabeza, y seis de cada diez (63,4%) ven los piojos en el cabello de sus hijos cuando les peinan, lavan o revisan la cabeza. Además, el 4,7% observa lesiones en el cuello o tras las orejas -las zonas óptimas para el desarrollo de estos parásitos- y el 1,7% se percata de que su hijo o hija no duerme bien, lo que puede ocurrir debido al picor. Uno de cada cuatro padres cree que la pediculosis afecta psicológicamente a sus hijos/as El estudio muestra también que, más allá de los síntomas físicos, el impacto psicológico de este problema es considerable, ya que uno de cada cuatro padres y madres (24,7%) cree que tener piojos afecta emocionalmente a sus hijos y el 43,5% siente que les afecta a ellos directamente. ¿Qué es lo que más preocupa a los padres sobre piojos? La mayor preocupación de los padres y madres ante los piojos es el picor y las molestias que estos generan (35,2%), seguida de la posibilidad de que pueda contagiarse el resto de la familia (17,3%). Otras inquietudes son el riesgo de transmisión de enfermedades (16,9%) -pese a que los piojos no son transmisores de patologías-, el “jaleo” que implica el tratamiento (14,4%), la repulsa que generan los piojos (8,5%) y el estigma que el tener estos parásitos pueda suponer para sus hijas e hijos (7,6%). Las falsas creencias siguen vigentes La investigación de Cinfa y SEFAC revela que la desinformación acerca de la pediculosis sigue estando muy extendida. De hecho, uno de cada cuatro madres y padres (24,7%) españoles con niños en edad escolar sigue creyendo que los piojos están relacionados con una falta de higiene. Además, la mitad de ellos sigue pensando, erróneamente, que los piojos vuelan de una cabeza a otra (55%) o que las mascotas también contagian piojos (47%). Por último, continúa muy extendida la falsa creencia de que el mejor remedio para eliminar los piojos es cortar el pelo (29,2%). Uno de cada diez padres no avisa al colegio Este miedo al estigma y la vergüenza es uno de los principales motivos que conduce a los progenitores a no cumplir con la responsabilidad de notificar al colegio que sus hijos tienen piojos. En concreto, uno de cada diez (13,3%) progenitores de nuestro país no avisa al colegio cuando sus hijos tienen piojos, a pesar de que siempre debe hacerse. Tres de cada diez (29,9%) de ellos toman esta decisión por vergüenza o para evitar que estigmaticen a sus hijos e hijas. Las otras razones que esgrimen las familias son que, para cuando detectan los piojos, el colegio ya ha emitido un aviso (64,2%), que no sabían que tenían que avisar (10%) o que se les olvida o se les pasa (8,2%).
Los piojos a lo largo de la historia (y antes de Healthy Heads)
Los piojos a lo largo de la historia (y antes de Healthy Heads) Muchas veces las familias preocupadas que vienen al Centro Healthy Heads Santander nos preguntan cuándo se van a acabar los piojos o desde cuándo existen y la realidad es que los piojos han sido una compañía persistente y, a menudo, molesta para los seres humanos a lo largo de prácticamente toda nuestra historia. Su presencia se ha documentado en diversas culturas y épocas, dejando huellas tanto físicas como culturales. Investigaciones genéticas sobre los piojos han revelado que estos parásitos han acompañado a los humanos durante millones de años, siguiendo sus olas migratorias. Evidencia Antigua y Arqueológica: Prehistoria y Antigüedad: la evidencia más antigua de piojos parasitando a humanos se remonta a hace unos 10.000 años, con hallazgos de liendres en restos de cabello humano en el noreste de Brasil. También se han encontrado liendres en cabellos de cadáveres de hace 7.000 años en cavernas de Israel y en momias egipcias de 5.000 años de antigüedad. En Sudamérica, se han hallado piojos en momias incas de más de 500 años. Peines antiguos: un descubrimiento notable es un peine de marfil de casi 4.000 años de antigüedad de origen cananeo, que lleva inscrita la que podría ser la frase completa más antigua en un alfabeto fonético, y que pide: «Que este colmillo arranque los piojos del cabello y la barba». Los piojos en diferentes culturas y épocas: Antiguo Egipto: los sacerdotes del antiguo Egipto tenían la costumbre de afeitarse todo el cuerpo cada tres días para mantenerse libres de piojos y mantener una buena higiene. Grecia y Roma antiguas: los piojos se mencionan en escritos de estas civilizaciones como una molestia común, aunque la comprensión sobre su origen y tratamiento era limitada. Edad Media: las condiciones de vida, a menudo con higiene personal limitada, contribuyeron a una amplia propagación de los piojos, especialmente en entornos urbanos y militares. Las infestaciones eran frecuentes y se asociaban comúnmente con la falta de higiene. El uso de pelucas por parte de las clases adineradas, tras raparse la cabeza, era una forma de intentar combatir los piojos. Renacimiento: aunque los piojos persistían, comenzó a haber una mejor comprensión que permitió el desarrollo de tratamientos más específicos. En los siglos XV y XVI, algunos nobles europeos se afeitaban la cabeza y usaban pelucas ostentosas como medida preventiva Culturas indígenas: Antiguo Perú: se dice que el soberano Inca obligaba a los más pobres a pagar tributos con cierta cantidad de piojos, posiblemente como una medida para forzarles a mantenerse limpios. Los aztecas, como muestra de respeto, ofrecían piojos a su dios Moctezuma en pequeñas vasijas de oro. Siberia: en una curiosa costumbre del norte de la antigua Siberia, los piojos eran considerados un símbolo de amor; las mujeres jóvenes ofrecían uno de sus piojos al hombre elegido como muestra de unión. Melanesia y Patagonia: en algunas culturas, como en Melanesia, despiojarse mutuamente y consumir los piojos formaba parte de ritos amorosos y de intimidad. También hay registros del consumo de piojos entre pueblos indígenas de Patagonia. Argelia Tradicional: tener piojos en la cabeza era, en algunos contextos, signo de riqueza y buena salud. Percepción y tratamientos a lo largo del tiempo: Históricamente, la pediculosis ha estado asociada con la pobreza y la falta de higiene, aunque hoy se sabe que puede afectar a cualquier persona independientemente de su condición social o hábitos de limpieza. Los métodos para combatir los piojos han variado enormemente, desde el afeitado y el uso de peines finos (lendreras), como el peine cananeo, hasta el uso de diversas sustancias, muchas de ellas de eficacia no comprobada o incluso peligrosas. Hoy en día, aunque los piojos se han vuelto más resistentes a algunos tratamientos, se dispone de métodos más seguros y eficaces basados en la eliminación mecánica de piojos sin el uso de insecticidas, tal y como lo hacemos en Healthy Heads Higiene Capilar. En resumen, los piojos han sido un compañero constante de la humanidad, adaptándose y evolucionando junto a nosotros, y dejando su marca en nuestra historia, cultura y hasta en nuestro ADN.
¿Es eficaz el árbol de té contra los piojos?
¿Es eficaz el árbol de té contra los piojos? El aceite de árbol de té es un remedio popular que se utiliza con frecuencia para tratar las infestaciones por piojos, y se cree que actúa de varias maneras contra estos parásitos. El aceite de árbol del té destaca por sus propiedades antifúngicas, antiparasitarias y antisépticas, muy útiles frente a las mordeduras que provocan los piojos en el cuero cabelludo. Además, el aceite del árbol del té ayuda a regular la actividad de las glándulas sebáceas del cuero cabelludo En Healthy Heads recibimos todos los días a padres y madres preocupados por la infestación por piojos que sufren sus hijos y en ocasiones, ellos mismos. Vamos a explicar un poco qué es y cómo funciona el árbol de té. El aceite de árbol de té contiene compuestos, principalmente terpinen-4-ol, que han demostrado tener actividad insecticida. Se piensa que estos componentes pueden ser tóxicos para los piojos, afectando su sistema nervioso o su capacidad para respirar. Estudios han sugerido que puede matar tanto a los piojos vivos (adultos y ninfas) como, en menor medida, a las liendres (huevos), aunque la eficacia sobre las liendres suele ser más limitada Además de su efecto insecticida, se le atribuyen propiedades repelentes, lo que podría ayudar a prevenir la reinfestación si se usa de forma continuada y diluida. Al igual que otros aceites tiene un posible efecto asfixiante, cuando se aplica en cantidad suficiente y se deja actuar, puede contribuir a obstruir las vías respiratorias de los piojos (espiráculos), provocando su asfixia. No es una solución única inmediata: generalmente, el tratamiento con aceite de árbol de té requiere constancia y dependerá de la exposición a la que se someta al piojo, a mayor exposición mayor eficacia. Debe combinarse con el peinado exhaustivo con una lendrera para eliminar físicamente los piojos y las liendres. Es poco probable que una sola aplicación erradique por completo la infestación. El aceite de árbol de té puro puede ser irritante para la piel, especialmente en niños o personas con piel sensible. Siempre debe usarse diluido. O sea que, lo de la gotita de árbol de té aplicado detrás de las orejas no, no funciona. Ha de utilizarse en todo el cuero cabelludo y siempre rebajado. Nuestras fórmulas preparadas para la higiene capilar como el Champú preventivo Healthy Heads o el Bálsamo preventivo Healthy Heads o el Desenredante, están desarrolladas de manera que su uso sea seguro y eficaz, proporcionando protección y dejando el pelo y el cuero cabelludo limpio e hidratado. Su uso está recomendado después del Tratamiento HH System para propiciar una prevención saludable y duradera contra los piojos. Precauciones frente al árbol de Té Raramente puede haber reacciones alérgicas. No debe ingerirse, ya que puede ser tóxico. Debe mantenerse fuera del alcance de los niños. Se debe tener especial precaución en niños muy pequeños, mujeres embarazadas o en período de lactancia. Es aconsejable consultar con un pediatra o profesional de la salud antes de usarlo en estos casos. Evitar Contacto con los Ojos: Puede causar irritación ocular. En resumen, el aceite de árbol de té puede afectar a los piojos gracias a sus propiedades insecticidas y posiblemente asfixiantes. pero es importante usarlo con precaución, debidamente diluido, y ser consciente de que su eficacia puede variar y suele requerir la combinación con la eliminación mecánica mediante lendrera. Si la infestación es severa o persistente, es recomendable acudir a Centros especializados en el tratamiento de la pediculosis como es el Centro Healthy Heads Higiene Capilar.
Cómo prevenir piojos en verano
Cómo prevenir piojos en verano Con el fin del curso escolar pudiera parecer que acaba el riesgo de infestación de piojos, pero nada más lejos de la realidad. El verano es una época muy propicia para los piojos. Con el aumento de las temperaturas y las vacaciones escolares los niños pasan el verano divirtiéndose en los campamentos de verano, los campus matinales o las piscinas, que son lugares donde los piojos campan a sus anchas entre tanta cabecita junta. ¿A qué se debe esto? Pues a que es una combinación perfecta de factores favorables para el desarrollo del piojo, hace más calor y humedad, que son las condiciones idóneas para el desarrollo de las liendres unido a los hábitos de socialización de los niños en verano, se juntan muchos niños en campamentos o piscinas, lo que favorece el contagio. En los campamentos de verano los niños comparten todo, desde los sacos de dormir y almohadas a ropa, cepillo o viseras, por lo que es el primer lugar en que debemos extremar las precauciones y sin duda tratar de asegurarnos de no mandar a los niños al campamento con piojos. Lo ideal es pedir cita en un centro especializado en el tratamiento de la pediculosis y solicitar un diagnostico gratuito, como el que nosotros ofrecemos, para verificar la ausencia de parásitos o en caso contrario, tratarlo.Otro foco de contagio veraniego son las piscinas. Los piojos son, como casi todos los insectos, tremendamente resistentes al agua incluso con cloro. No se ahogan por falta de aire puesto que, en contacto con el agua, cierran los espiráculos que tienen para respirar y son capaces de aguantar varias horas. Pueden mantenerse a flote agarrados a algún pelito que queda flotando en la superficie del agua y al pasar un niño nadando se lo coge.¡No hay que agobiarse! pero tampoco bajar la guardia. Lo más recomendable para la prevención es: Mantener una rutina de revisar con una buena lendrera un par de veces por semana. No hay que esperar a que aparezcan los síntomas de picor o ronchas ya que pueden tardar varios días en manifestarse. Utilizar productos preventivos naturales como champús y lociones formulados con aceites esenciales de árbol de té, lavanda o aceite de neem que interfieren en el desarrollo del piojo. Recordar a los niños la importancia de no compartir los objetos de cuidado personal como pueden ser cepillos, toallas, gorras o accesorios de pelo y en el caso de pelo largo, procurar llevarlo lo más recogido posible. Sabemos que el verano es divertido, los planes se amontonan y nunca sobra el tiempo, pero realmente merece la pena seguir estos consejos. Con estas medidas básicas de prevención, las probabilidades de contagio disminuyen drásticamente a la par que aumenta la posibilidad de pasar un verano tranquilo libre de piojos, así que está claro lo que hay que hacer… ¡A prevenir y disfrutar de un feliz verano sin piojos!
Los piojos: Conocer al enemigo para combatirlo
Los piojos: Conocer al enemigo para combatirlo La pediculosis es un problema común que suele afectar a los niños en edad escolar y a sus familias. Los piojos se pueden fijar al cabello de cualquier persona. No importa si el cabello está limpio o sucio. Los piojos se encuentran en todo el mundo independientemente del clima o el nivel de vida y en todo tipo de lugares, tales como en hogares o escuelas, o en el campo o en la ciudad.Si bien la pediculosis puede ser una molestia, no provoca enfermedades graves ni transmite ninguna enfermedad. Por lo general, los piojos se transmiten por el contacto cercano de persona a persona. Los perros, gatos o demás mascotas no tienen nada que ver con la transmisión del piojo.La pediculosis se puede prevenir en casa siguiendo las recomendaciones básicas, esto es, revisar regularmente las cabezas con una lendrera apropiada, utilizar productos de limpieza capilar con preventivos y, en el caso de tener pelo largo, llevarlo recogido ayuda a evitar el contacto con posibles focos de contagio. ¿Qué son los piojos? Los piojos son bichitos muy pequeños que tienen casi el tamaño de una semilla de sésamo (entre 2 y 3 mm de largo). Son unos insectos parasitarios que pueden habitar en las personas, ya sea en la cabeza (en estos nos vamos a centrar) o en el cuerpo. Generalmente, sus cuerpos son claros y grises, pero su color puede variar. Uno de estos bichos muy pequeños se llama «piojo». Los piojos se alimentan de muy pequeñas cantidades de sangre del cuero cabelludo. Generalmente no pueden sobrevivir más de un día sin alimentarse de sangre. ¿Qué son las liendres? Los piojos ponen sus huevos y los adhieren al cabello cercano al cuero cabelludo. Los huevos y sus cascarones se llaman liendres. Son ovaladas y aproximadamente del tamaño del nudo de un hilo (0.8 mm de largo y 0.3 mm de ancho) y generalmente son entre castañas y blancas.Algunas liendres se mimetizan con algunos colores de cabello de las personas, haciendo que sean difíciles de ver y frecuentemente se confunden con gotas de champús o aerosoles. Las liendres se adhieren al cabello con una sustancia pegajosa llamada cemento que las mantiene firmemente en el lugar. Después de salir de los huevos, las liendres vacías permanecen en la base del cabello. ¿Cuál es el ciclo de vida del piojo? Los piojos viven aproximadamente 28 días. Se desarrollan en 3 fases: huevo (también llamado liendre), ninfa y piojo adulto. Huevo o liendre. Los huevos o liendres incuban entre 7 y 12 días. Los huevos generalmente se encuentran de 4 a 6 mm del cuero cabelludo y no sobreviven si están más lejos. Ninfa. La ninfa luce como un piojo adulto, pero es mucho más pequeña (aproximadamente del tamaño de la cabeza de un alfiler: 1.5 mm). Las ninfas se convierten en adultas aproximadamente entre los 9 y 12 días después de salir del huevo. Piojo adulto. Un piojo adulto puede multiplicarse rápidamente y poner hasta 10 huevos por día. A los huevos recién puestos solo les lleva entre casi 12 y 14 días alcanzar la adultez. Con esta información básica ya estás preparado para combatirlos porque lo primero es conocer al enemigo.